La vida es verdaderamente hermosa cuando la apreciamos. Y mucho más si nos damos cuenta que tenemos hoy más que nunca una hermosa oportunidad, para observarnos y por decisión nacer a un SER nuevo. A partir del niño que tenemos dentro. Lleno de momentos de sorpresa, alegría auténtica, abrazo puro, beso sincero. Ese niño que a cada instante puede crear, todo lo bueno. Es hermoso comenzar esta cuenta de descuento hasta llegar al 21 de diciembre que es el punto máximo de la bajada de El Espíritu de la Navidad, donde se puede poner en práctica, si gustas, "el pide, que se hos dará". Y sumado a esto, el 24 de diciembre donde el tiempo de observancia se profundiza, y la expresión de nacer, trae empuje, llanto con lagrimas dulces, y acción para cada proyecto. Que tenemos nuevamente la oportunidad de compartir, sin juzgar. De vivir, y disfrutar. De preparar un regalo, para el que no conocemos y sabemos que le viene muy bien. Llamese como se llame. Nuestro vecino, nuestro prójimo de más aca o de más allá. Esto sintetiza la solidaridad, a la cual tenemos que practicarla cada vez más. Diciembre mucho trabajo, para hacer en nuestra observancia, y mucho trabajo para educar nuestros cuerpos inferiores, desarrollar la compresión y la misericordia. Tiempo de trabajo, para crecer y sumar.